Prácticamente nada de lo que se propone resulta subversivo, aunque su imagen suponga novedades evidentes.
Basta observar los modos compositivos de sus plantas para apreciar que su apariencia externa es en el fondo algo adjetivo.
Igual que tras la guerra podrá ofrecer al ministro del Aire dos versiones opuestas de tratamiento formal del Ministerio sin variar para nada la planta.