parte, ha construido una relación del alquiler promedio
de un cuarto de conventillo o casa de inquilinato con el
salario de algunas ocupaciones, representada en el
Cuadro 2.11
Por otra parte, la salida del conventillo hacia la casa
propia suponía un costo probablemente no muy
diferente. Pero lo que sí era preciso tener: trabajo regular,
es decir ingresos asegurados por los diez o doce
años que tardaba en hacerse propietario efectivo del
lote adquirido.
Debe señalarse que, a pesar de las limitaciones
apuntadas, el proceso de adquisición de la casa propia
condujo a un incremento real del número de propietarios
en la ciudad de Buenos Aires. Si en 1904 el 30 % de la
población era propietaria, en 1947 el porcentaje
ascendería al 43 % y continuaría creciendo para
alcanzar el 67 % en 1960.